Organización Seishin, Escuela de Aikido - Distintos Textos






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El Aikido

Aikido es un arte marcial, un arte de combate, aunque la meta última del Aikido sea la resolución pacífica de los conflictos.
Aikido alcanza esta meta empleando técnicas que le permiten a uno controlar la agresión de un atacante de modo tal que protegerá tanto al atacante como a sí mismo.
El aspecto más obvio del Aikido, que convoca a muchos principiantes, es la defensa personal.
El Aikido ofrecerá a los estudiantes un entrenamiento en técnicas sumamente efectivas, que le permitirán controlar con seguridad a un atacante más grande y/o más fuerte.
Asimismo aprenderán a rodar y caer con seguridad, flexibilidad y gracia.
Mucho menos visible es el hecho de que Aikido implica técnicas para manejar y controlar la agresión, tanto exterior como interna (autoagresión).
Aprenderá en clase cómo utilizar la energía del atacante para poder controlar su ataque, y esto le servirá como aprendizaje para poder manejar otras formas de agresión (no físicas) que sufre normalmente en su vida diaria.
También aprenderá, físicamente, la lección mas importante en la práctica de Aikido, quienquiera que ataque (quienquiera que sea el agresor), es quien termina "patas para arriba" en el "tatami". Además, aprender Aikido implica enseñar al cuerpo a moverse de distinta forma a lo acostumbrado.
Familiarizarse con el Aikido requiere un tiempo de práctica considerable, pero las recompensas por dicha práctica serán físicamente evidentes en un corto tiempo.
Desde sus primeros pasos, nuestros estudiantes aprenden cómo hacer cosas que antes consideraban absolutamente imposibles.
Las recompensas por la práctica continua llegan a percibirse con el tiempo, hacen probable que el estudiante se anime a perseguir otras metas desafiantes que requieran continuidad, al comprender que es la continuidad en el esfuerzo lo que luego permite disfrutar resultados satisfactorios.
La práctica de Aikido puede convertirse en una búsqueda de por vida.
Para aquellos que comienzan en su niñez, ésta sigue rindiendo frutos en la vida adulta, y Aikido es uno de los pocos artes marciales en los que Ud. mejora a medida que envejece.
El conocimiento adquirido en la práctica desde niño puede servir como base sólida para el entrenamiento del adulto.
Si el estudiante continúa practicando Aikido u cualquier otra disciplina (quizás volviendo al entrenamiento en Aikido más adelante), al menos habrá aprendido a reconocer las recompensas de una práctica continua.
Tanto niños como adultos habrán aprendido cómo caer, rodar y proteger su cuerpo.
Habrán aprendido cómo apartarse adecuadamente de un ataque en vez de correr precipitadamente hacia él o, inversamente, alejarse precipitadamente de él. Y habrán aprendido a transformar la confusión y la frustración y el "no tengo la menor idea de cómo hacerlo!" en experiencia de que un esfuerzo sostenido en el tiempo es la mejor garantía de resultados satisfactorios.

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Exámenes y Graduaciones

En Aikido, los estudiantes se presentan periódicamente a evaluaciones técnicas, las que, en caso de aprobar éstas promueven al estudiante a un nivel (graduación) mas avanzado.
En el programa para adultos las graduaciones avanzan desde el 5to. Kyu hasta llegar al 1er. Kyu, posteriormente, las graduaciones van ascendiendo desde el primero hasta el octavo dan.
En nuestro dojo los adultos no usan cinturones de color, para diferenciar graduaciones anteriores al 1er. Kyu, sino un cinto blanco, el cual cambian por el cinturón negro y un pantalón tradicional, (Hakama) que puede ser negro, o de otros colores, en ocasión de recibir la graduación de Shodan (1er. Grado de cinturón negro).
Las graduaciones de nivel Kyu las otorga el Shidoín Ernesto Burman, con el aval y autorización de Yamada Yoshimitsu Shihan, por otra parte, las graduaciones de nivel Dan, las otorga Hombu Dojo, el dojo central del Aikido de la Federacion Internacional, a través del Maestro Yamada Yoshimitsu.
Para las graduaciones infantiles, mantenemos el uso tradicional de los cinturones de distintos colores, y extendemos hacia atrás las graduaciones de Kyu hasta el 10mo. Kyu, (cinturón amarillo), avanzando luego hacia el 9no. Kyu (cinturón naranja), 8vo. Kyu (cinturón verde), 7mo. Kyu (cinturón azul) y 6to. Kyu (cinturón marrón), integrándose luego al programa para adultos a partir del 5to. Kyu.
Los exámenes para los distintos niveles de Kyu se toman aproximadamente cada tres meses, durante el año. Los estudiantes adultos deciden presentarse cuando cumplen con las horas mínimas de práctica y se sienten razonablemente seguros en la ejecución de las técnicas, en el caso de los niños, la decisión de tomar examen queda a criterio de su instructor.

Los exámenes de niveles de Dan, generalmente se toman dos veces por año, casi siempre en el transcurso de Seminarios con Maestros Internacionales.
Animamos a cada estudiante que rinda el examen si le es posible, en gran parte porque ofrece una variedad de oportunidades y experiencias que de otra manera es posible que se pierdan.
La preparación para un examen tiende a modificar la forma en que el estudiante encara la práctica, haciendo muchas veces que estudiantes que son participantes pasivos asistiendo a una clase regular modifiquen su estilo y su concentración buscando un aprendizaje más activo, enfocado en las técnicas específicas que desean dominar.
Atesoramos aquellas oportunidades en que un estudiante se acerca a un instructor antes o después de clase y pide ser enseñado o ser corregido en una técnica particular para un examen.
Esta prueba coloca al estudiante bajo una clase de tensión distinta de la de una clase regular, y una parte de la meta del Aikido es lograr permanecer en el control de uno mismo (así como controlar a un atacante) bajo situaciones de tensión excepcional.
En última instancia, la preparación para los exámenes nos centra a todos, estudiantes e instructores igualmente, en los fundamentos, la base de nuestra práctica, las técnicas básicas ("Kihon") de Aikido.
Los instructores decidirán qué tipo de examen deberá rendir un estudiante basado en una cierta combinación de su habilidad técnica, de su actitud, y atención.
Un estudiante debe asegurarse siempre de conocer las técnicas requeridas para su nivel, y un estudiante sabio también se asegurará de recordar y repasar las técnicas de sus exámenes anteriores.
Los estudiantes son libres de prepararse para el examen más allá del nivel para el cual cumplen los requerimientos horarios.
Si un estudiante exhibe un conocimiento excelso en un examen, puede ser promovido para una graduación adicional. ésta no es la regla, pero sucede a veces.
Nuestro sistema de graduaciones no se basa solamente en la capacidad de realizar las técnicas correctamente, sino también en la actitud y compromiso con la práctica, así como una variedad de factores intangibles.
Estudiantes de capacidad similar y ritmo y compromiso semejantes, frecuentemente avanzan juntos, pero éste no es siempre el caso puesto que la capacidad visible de ejecutar las técnicas no es el único determinante.
En cualquier caso, no hay prisa en el avance a través de las graduaciones.
Cada examen proporciona una oportunidad de aprender, y más importante, aprender cómo aprender.
Habrá siempre otro examen para dar y otro después de él.

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El Aikido y el manejo de la frustración

Antes o después la mayoría de los estudiantes encuentran el estudio de Aikido extremadamente frustrante.
Lo mismo sucede con los instructores, y la mayoría de la gente (adultos o niños) que estudia Aikido pasa por esta experiencia.
Una de las razones del porqué estudiamos Aikido es para tener la oportunidad de aprender a practicar aún en estos períodos de frustración sin perder nuestra motivación y cambiar a otra actividad que aparezca menos frustrante.
Todos, los o las estudiantes, adultos o niños, experimentan ciclos en su entrenamiento.
A veces aprenden rápidamente y "todo encaja" de una forma muy satisfactoria.
Otras veces, nada parece ir bien, los otros estudiantes son una molestia, los instructores nos corrigen siempre a nosotros, y la clase parece una pérdida de tiempo.
Es importante comprender que todos pasamos por estos ciclos durante nuestro entrenamiento.
Podemos hacer uso ellos como una oportunidad de decir "sí, ésta es una de esas épocas en que el entrenamiento es difícil" y continuar entrenando, o podemos dejarnos llevar por la frustración y trasladarnos a otra actividad que nos prometa menos problemas.
Sin embargo, dondequiera que vayamos, seguiremos siendo nosotros mismos.
Encontraremos siempre períodos malos en cualquier práctica extendida. Es en dichos momentos donde se nos ofrece la oportunidad más grande en la práctica del Aikido, puesto que es allí cuando podemos crecer, e ir más allá de nuestro acostumbrado acercamiento a los desafíos que la vida nos presenta.
Estudiar Aikido es complicado, ocasionalmente, frustrante y difícil a veces.

Esto es verdad para cada uno de nosotros, seamos niños o adultos, principiantes o avanzados, e incluso instructores, y hasta me atrevo a decir, Maestros. Los niños miran a los adultos y dicen "si fuera tan grande y fuerte como ellos, podría hacer esto fácilmente".
Los adultos miran a los niños y dicen "si solamente hubiera comenzado Aikido cuando tenía su edad, y tuviera su energía y flexibilidad, qué fácil seria ahora para mí".
Todos luchamos con el nivel siguiente de nuestro entrenamiento, y la mayoría de nosotros pensamos que es más fácil para los demás estudiantes.
No es así, porque el siguiente nivel de nuestro entrenamiento es siempre difícil para todos y cada uno de nosotros, justamente porque es un nivel más alto.

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El método de enseñanza

El método de enseñanza de Aikido, en gran parte, consiste en que un instructor demuestra una técnica varias veces, en varias direcciones, y luego los estudiantes, formándose en grupos o parejas, practican la técnica ellos mismos.
En los primeros días del Aikido, no se daban explicaciones verbales sobre la técnica que era demostrada, y los aspectos claves respecto del trabajo sobre la técnica no se precisaban.
Esto era responsabilidad del estudiante, de probar y descubrir por sí mismos dichas claves. Los estudiantes debían "captar" las técnicas de la enseñanza del instructor.
Actualmente el programa para niños y adultos es diferente al de esos días, y explicamos y demostramos qué hacer y como trabajar el movimiento, por algún tiempo.
No obstante, para aprender Aikido en nuestras clases, los estudiantes deben desarrollar la capacidad de "observación activa". Necesitan centrar su atención en la demostración intentando aprehender todo lo que se pueda aprender de ésta.
Los estudiantes deben mirar no solamente los movimientos de la mano necesarios para la técnica, sino también las posiciones de los pies. Idealmente, también deberán tomar conciencia de los movimientos de la cadera del instructor que demuestra la técnica.
Parte de lo que aprenderán en Aikido es cómo ver y observar, pero nadie puede hacerlo por ustedes.
Ustedes necesitan poder ver y recordar y reproducir lo que han visto con su propio cuerpo para poder avanzar en el estudio de Aikido.
Y esta capacidad no es necesariamente un don, puede aprenderse, con perseverancia, paciencia y mucha, pero mucha práctica.

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Requerimientos para el ingreso
a la clase de adultos

Para ingresar a la clase de adultos de Seishin Dojo se requiere tener los 17 años cumplidos.
Podrán ingresar niños a partir de los 14 años, de común acuerdo con los padres y siempre que el instructor considere que se encuentran física y emocionalmente en condiciones de compartir la práctica con los adultos.
Deberán presentar un certificado de aptitud física, firmado por un profesional matriculado, de acuerdo con los requerimientos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El estudiante podrá concurrir con vestimenta cómoda, (un joggin, una remera o buzo) y traerá un par de ojotas para desplazarse del vestuario al área de práctica.

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Requerimientos para ingresar
a la clase de niños

El programa de niños de Seishin Dojo abarca la práctica durante todo el año, la clase dura de cuarenta y cinco minutos (Nivel I) a una hora (Nivel II).
Nivel I: Los niños de 6 a 12 años en el horario de los sábados de 10:00 a 10:45.
Nivel II: Los niños a partir de los 13 años y hasta 15, principiantes y/o con graduación de 8º kiu o superior, combinando la clase de los sábados con los días martes y jueves de 18:00 a 19:00.
A partir de los 14 años, de común acuerdo con los padres y el instructor, los alumnos podrán ingresar a las prácticas de adultos.

Para ingresar los estudiantes deberán cumplir con los requerimientos siguientes:
En el Nivel I el estudiante debe tener por lo menos 7 años cumplidos.Los niños de 6 años pueden participar en las clases, pero requieren de un período de evaluación. No aceptamos a niños por debajo de los 6 años.
En cuanto a la edad límite superior para ingresar en una u otra etapa de la clase para niños, inciden las mismas pautas que luego se aplicarán para evaluar el traspaso del programa de niños al de adultos.
Debe llenarse un formulario de registro y una autorización para la práctica, por parte del padre, madre, tutor o encargado del menor.
De acuerdo con la reglamentación vigente, el estudiante debe presentar al comenzar su práctica un certificado de aptitud fìsica firmada por un profesional matriculado.
Para asegurar que todos los estudiantes tengan la chance de aprender, y debido a las diferencias motrices y cognoscitivas que se producen en el desarrollo de los niños según su edad, hemos establecido que:
Cualquier niño menor de siete (7) años pasará su primer mes en el dojo bajo evaluación. Deseamos cerciorarnos de que el niño tenga una suficiente coordinación motriz y capacidad de prestar atención y obedecer consignas, pudiendo entonces disfrutar de las ventajas de la instrucción en Aikido, para evitar el riesgo de generar en el niño una experiencia frustrante que a su vez perjudique la atmósfera de trabajo grupal.
Al final del mes el instructor iniciará un diálogo con los padres del niño y decidirá si el niño se beneficiará realmente con la práctica del Aikido o si sería preferible, en el mejor interés del niño, darle tiempo de madurar, física y/o mentalmente, para poder gozar de la práctica.
Si en el curso del entrenamiento apareciera algún problema de comportamiento el instructor se acercará al padre, detallará el problema ocurrido y pondrá al estudiante a prueba por un período de 2 semanas.
Los instructores son voluntarios, aman el Aikido y aman el enseñar. Pero no son terapeutas de comportamiento y no pueden solucionar ciertos problemas o dar consejos profesionales.
Pedimos que los padres busquen ayuda exterior si existe la sensación de que sus niños se beneficiarían de tal atención. Después de transcurrido el período de prueba puede ser que al estudiante:
a)Se le pida que salga del programa indefinidamente.
b)Se le pida que tome un descanso corto.
c)Quede sin efecto el período de práctica a prueba
En los casos b) y c) los estudiantes estarán bajo la política de "3ra. vencida", es decir que si su comportamiento no cubre los estándares mínimos tres veces, se le pedirá abandonar el programa indefinidamente.

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La transición del programa de niños
al programa de adultos

A partir del Nivel II, el programa de los niños se comienza a adaptar a la misma práctica que en el programa de técnicas del adulto. Desde este punto, los niños estudiarán las mismas técnicas que los adultos del mismo nivel, aunque no con los mismos estándares o exigencia física, compartiendo en su clase la práctica con adultos, al menos dos veces por semana.
Los requisitos para dominar las armas tradicionales del Aikido son también levemente menos complejos en el programa para niños que en el programa de adultos.
Los estudiantes del programa de niños en el Nivel I pueden hacer la transición al Nivel II, una vez aprobado el examen de 8º kiu, si su instructor evalúa que ya son físicamente y emocionalmente aptos para ello.
No hay fórmula fija para la transición al Nivel II, cada estudiante es un individuo con sus propias fuerzas y debilidades. Aunque nuestra experiencia nos dice que esta es normalmente posible entre los 13 y los 14 años.
Los instructores del programa de niños en la Etapa I consultarán con el estudiante y sus padres para intentar hacer esta transición tan fácil como sea posible para cada estudiante que alcance este punto.A partir de los 17 años cumplidos, el alumno deberá trasladarse a los horarios para adultos, aunque esto podrá suceder con anterioridad si el instructor evalúa que el alumno ya está físicamente y emocionalmente apto para ello, y los padres están de acuerdo.

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Recomendaciones para los padres

Tenemos algunos pedidos para los padres de estudiantes en el Nivel I, para permitir que la clase funcione lo mejor posible:
Sugerimos a los padres que traigan o retiren a sus niños (particularmente los más pequeños) vestidos con su keiko-gi desde o hacia su casa. No supervisamos el uso de los vestuarios, y por experiencia, las cosas pueden volverse muy descontroladas, particularmente si después de la clase todos los niños intentan cambiarse simultáneamente.
Los padres pueden llegar 5 minutos antes con sus niños e irse una vez terminada la clase, si lo desean. Esperamos que los niños estén puntuales a la hora de comenzar la clase, y además, sería deseable que los padres estén puntualmente esperando al fin de la clase para recogerlos. Dado que los instructores continúan dando clases para adultos inmediatamente después de finalizar la clase, los niños quedan prácticamente sin supervisión hasta la llegada de sus padres.
Los padres pueden permanecer y observar la clase (lo que es deseable, sobre todo con los niños pequeños), pero deben hacerlo de una manera reservada y respetuosa. No se permite comer, fumar o utilizar celulares dentro del dojo, excepto durante acontecimientos especiales, y se ruega limitar al mínimo estrictamente necesario las conversaciones con otros padres, evitando distraer a los niños en su práctica.
Los padres no deben intervenir o dar indicaciones a sus niños durante clase a menos que estén participando de ella, porque así causan confusión en los niños.
Los padres de los niños que participan en el programa de Aikido, y se hallan en período de prueba (niños menores de 7 años) pueden participar con ellos en las clases, con la autorización previa y conocimiento del instructor, sobre todo en el caso de los más pequeños, que muchas veces por timidez, les cuesta mas integrarse al grupo.
Los padres deben repasar la sección sobre el comportamiento en el dojo con sus hijos antes de la primera clase, y cuantas veces haga falta luego.
Asegúrese de que el keiko-gi de su niño le quede bien. Un problema demasiado común es que las piernas y las mangas quedan demasiado largas. Reconocemos que es muy difícil comprar un keiko-gi que ajuste correctamente, por una variedad de razones. Si el pantalón cubre los pies de su niño, hágale por favor un dobladillo de modo que su niño no tropiece y se caiga. De igual modo, asegúrese por favor de que las mangas de la chaqueta queden mas bien cortas (unos 5 cm. Volver al Índice de las muñecas), ya que las mangas demasiado largas agregan frustración innecesaria a sus tentativas de trabajar con sus compañeros.
Trate de ser puntual en el pago de las cuotas, y cuando sea el vencimiento de la cuota concurra con tiempo suficiente, de modo de no interrumpir o demorar el desarrollo de la clase. Para no perjudicar a los estudiantes, el cobro de la cuota de los niños se realizarán exclusivamente en los 20 minutos previos a la clase.
La cuota mensual se abona por adelantado. La no concurrencia a clase no exime al alumno del pago de la cuota, sin excepciones.
El pago fuera de término tendrá un recargo cuyo monto fijará la administración del Dojo, y salvo autorización expresa de ésta, el estudiante no podrá practicar una vez transcurridos 10 días del vencimiento sin haber cancelado la deuda.
La falta de pago de uno o más meses en el curso del año implicará la renuncia del niño a la práctica del Aikido.
Sólo podrá reingresar abonando los meses faltantes.

El programa para niños de Seishin Dojo provee la posibilidad de una práctica continua durante todo el año.
La asistencia salteada y sin continuidad perjudica el aprendizaje del niño, y no es recomendable.
Para un resultado satisfactorio, tanto para los niños como para los padres, se recomienda establecer una rutina de práctica, concurriendo a clase siempre, salvo casos de emergencia real o enfermedad.
Es la continuidad en el esfuerzo el mayor regalo y beneficio que su niño puede llevarse como aprendizaje de su experiencia en Aikido.

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Experiencias de un alumno de Seishin Dojo

Un poco por casualidad, otro poco por la búsqueda constante de algo que me ayudarme a curar el asma, e incentivado por alguna repetición de “Karate Kid”, para qué negarlo, llegué a la práctica de Akido a comienzos de 1999.
Digamos que ya era bastante “viejo”, tenía 24 años y que si bien viví mi infancia y adolescencia en Luján, donde me pasaba los días jugando a la pelota, nunca realicé ejercicios o deportes “en serio”.
Para colmo, estaba terminando la facultad y era algo así como un ratón de biblioteca y de anchas posaderas.
Así las cosas, debo aclarar también que comencé a practicar porque el dojo estaba cerca de mi casa y porque íbamos a empezar junto a una amiga, que finalmente no fue de la partida.
Todo lo que sabía del Aikido lo había escuchado de boca de un amigo de esta amiga mía, que practicaba desde hacía un par de años.
En fin, con todos esos antecedentes, llegué una tarde a Seishin Dojo, cuando ya había terminado la práctica.
Me recibió Sensei Burman, quien me invitó a pasar en otro momento para ver una clase.
Supongo que se habrá sorprendido ante mi reacción de anotarme igual, pero había en aquel lugar algo magnético que terminó de convencerme.
A la semana siguiente, yo empezaba mi práctica.
Me imagino que la sensación de la primera vez debe parecer igual de terrorífica para todos los principiantes. Uno llega a un lugar donde hay gente que parece “saber mucho”, que desde su postura o actitud, o el sólo hecho de estar vestido con el uniforme de práctica, generan un abismo entre ellos y uno.

Lo mismo sucede por la solemnidad del ingreso al tatami, el inicio de la práctica, el saludo, etc.
Además, al comienzo, no hay nada que ande cerca del sentido común.
Uno dice “karate” y rápidamente se le viene a la mente una patada a lo Bruce Lee, pero los prejuicios tienen poco para elaborar una idea de lo que es el Aikido. Así, los primeros entrenamientos son un contínuo de movimientos torpes y de vergüenza por no entender “ni jota” de lo que se está explicando.
En realidad, todos los miedos están en la propia mente, fuera de ella nada sucede así.
Con el tiempo se aprende que las reglas son parte de la etiqueta para mantener un comportamiento, que los compañeros saben tan poco como uno, que el uniforme es eso, una ropa que se usa para practicar, y que todo el mundo está dispuesto a colaborar, que la práctica misma no tiene sentido sin colaboración. También se descubre que con el paso de los años, uno siente que sabe cada vez menos. Los principales desafíos que se plantean al comenzar la práctica son dos.El primero es superar la vergüenza y derrotar el ego, para poder aprender cosas nuevas y no preocuparse si las cosas no salen bien (en realidad, no salen de ninguna otra forma).
Ningún uke se debe incomoda si uno repite veinticinco veces el “pasito del Irimi”. Bien que a todos les ha pasado lo mismo y saben de que se trata. (Bah, yo, que soy bastante “lenteja” nunca he dejado de tomarme mi tiempo para hacer una técnica).
El otro es paciencia con uno mismo. Estamos todos acostumbrados a deglutir rápido lo que nos ofrecen los medios, la sociedad de consumo, las modas. Bien se verá que aunque esté más perdido que turco en la neblina, al cabo de unos meses uno irá entendiendo de qué se trata la cosa. Porque con eso alcanza. Después, es cuestión de practicar. Como dice O’sensei, practicar con alegría y no olvidar que subir el primer escalón lleva diez años.


Cada uno tendrá sus motivos para practicar. He visto gente que busca “experimentar el ki” y otros que quieren ser Steven Seagal en dos meses. Gente de diversas latitudes, ideologías, etc. Compañeros que vienen al trotecito y otros que comenzaron mucho después que yo y hoy son Sempai. La práctica es ecuménica. Sensei Burman repite esto todo el tiempo: “practiquen un millón de veces el movimiento y van a ver cómo les sale”. Bueno, a veces sale, y cuando sale, sale como sin querer. De eso se trata. De que salga sin querer mientras vamos disfrutando el presente. Después de un tiempo uno mira atrás y ve el camino recorrido. Yo vengo andando hace no tan poquito y sigo siendo bastante duro para hacer ukemis pero aunque del asma ya ni me acuerdo, las ganas de seguir practicando no me las saca nadie.

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La etiqueta en Aikido

En su primera entrada a un dojo de aikido, los occidentales se sienten incómodos con la inclinación en el saludo y muchas formas de etiqueta desconocidas. Ellas les parecen muy exageradas, superficiales e innecesarias. Sin embargo, cada punto de la etiqueta tiene su origen en un interés por la seguridad personal y el bienestar general.
En la vida diaria encontramos muchas maneras sociales y costumbres que permiten a la gente comunicarse y evitar la posibilidad de malos entendidos. Esto era aún más importante en la sociedad guerrera, donde la violencia era templada sólo por un estricto código de honor y una severa estructura social. La etiqueta era el factor de control, y en las sociedades feudales fue con frecuencia la estrecha línea entre la vida y la muerte.
Cuando Ud. entra al dojo Ud. está entrando a un mundo diferente, al mundo del guerrero.
Sobre el tatami de Aikido somos atacados y atacamos, entrenando nuestra habilidad para responder instintivamente. Es la corriente subyacente de la etiqueta y la forma social la que permite practicar en seguridad, disciplinando y redirigiendo nuestras respuestas agresivas y desarrollando la compasión y el respeto. Aikido no es un deporte. Es una disciplina, un proceso educacional para entrenar la mente, el cuerpo y el espíritu. La técnica física no es el verdadero objeto, sino una herramienta para el refinamiento personal y el crecimiento espiritual.
Un dojo de Aikido no es un gimnasio. Es un lugar donde se estudian las enseñanzas del Gran Maestro Morihei Ueshiba.
No es un lugar para el despliegue del propio ego, sino un lugar para elevar y limpiar el cuerpo, la mente y el espíritu. La correcta actitud de respeto, sinceridad y modestia, y la atmósfera apropiada son esenciales para el proceso de aprendizaje; y como Aikido es un arte marcial, esenciales para la seguridad de cada individuo.

REGLAS GENERALES: Las siguientes reglas son necesarias para la permanencia de esa atmósfera y vitales para el estudio del Aikido.
  • Este dojo funciona de una manera estricta, siguiendo reglas de conducta tradicionales y cuyo espíritu viene directamente del Fundador del Aikido O´Sensei Morihei Ueshiba.
  • Es responsabilidad de cada practicante seguir esas enseñanzas con honor y sinceridad y cooperar en la creación de una atmósfera positiva de armonía y respeto mutuo.
  • Respete al Fundador y a sus enseñanzas. Respete el dojo,sus herramientas de trabajo y a sus compañeros de práctica.
  • Aikido no es un técnica de destrucción, sino de creación. Es una herramienta para desarrollar una sociedad mejor a través del desarrollo del carácter individual.
  • No habrá conflictos del ego sobre el tatami. Ud. está sobre el tatami para trascender y purificar sus reacciones agresivas; para encarnar el espíritu del samurai, descubriendo su responsabilidad social.
  • El propósito del Aikido no es pelear y derrotar al enemigo, sino pelear y derrotar sus propios instintos agresivos. La fortaleza de Aikido no está en la fuerza muscular, sino en la flexibilidad, comunicación, timing, control y modestia.
  • Todos debemos estar concientes de nuestras limitaciones. Cada uno tiene diferentes habilidades físicas y diferentes razones para estudiar. Esto debe ser respetado.
  • El verdadero Aiki es la aplicación apropiada y flexible de la técnica apropiada a cualquier circunstancia cambiante.
ETIQUETA APROPIADA DEL DOJO
  • Al entrar y salir del Dojo haga una inclinación al "shomen" en posición de pié,
    (el "shomen" es el lugar del Dojo donde está la foto del "Fundador", el Gran Maestro Ueshiba Morihei).
  • Siempre, cuando entre o salga del "tatami"(colchoneta de práctica), salude sentado en "seiza" hacia el "shomen" a la imagen del Fundador, y al "Sensei" (Instructor) o al "Sempai" (alumno avanzado).
  • La forma apropiada de sentarse en el "tatami" al ingresar a la clase o durante su transcurso es en "seiza" (posición formal, sentado con las piernas flexionadas, apoyando el peso de la cadera sobre los talones).
  • Si tiene una lesión en la rodilla, puede sentarse con las piernas cruzadas, pero nunca lo haga con las piernas estiradas, y nunca se apoye en paredes o columnas. Ud. debe estar alerta en todo momento.
  • Respete sus herramientas de entrenamiento. El gi debe estar limpio y remendado. Las armas deben estar en buenas condiciones y en su lugar apropiado cuando no son usadas.
  • Nunca use las armas o el ‘gi’ de otro.
  • Sea puntual al asistir a las clases, la puntualidad es una expresión de respeto hacia la enseñanza que está recibiendo, hacia sus compañeros que lo ayudan en su aprendizaje y hacia el instructor que dicta la clase.
  • Tome en cuenta que requiere de un tiempo previo para poder cambiarse y estar listo dentro del tatami a la hora de comienzo, y trate de llegar con la anticipación necesaria.
  • Unos minutos antes de comenzar la práctica, Ud. debe estar sentado en seiza, en calma meditación, esperando el ingreso del instructor. Estos pocos minutos son útiles para poder sacar de su mente los problemas del día y prepararse para estudiar Aikido.
  • Si al ingresar al tatami encuentra a otros estudiantes en espera del inicio, trate de no perturbar su concentración.
  • La clase comienza y termina con una ceremonia formal. El Sensei o el instructor ingresará al tatami una vez que los estudiantes estén formados para el saludo inicial.
  • Es importante estar a tiempo y participar de esta ceremonia, pero si ha llegado inevitablemente tarde Ud. debe esperar, de pie a un lado del tatami, hasta que el Sensei le de permiso para unirse a la clase. Realize entonces una inclinación formal, sentado, cuando entre al tatami. Es muy importante que no interrumpa con esto el desarrollo de la clase.
  • No deje el tatami durante la práctica, sin solicitar el permiso del Sensei a cargo de la clase.
  • No reciba llamados de celulares durante la clase, apague su celular, o en caso de emergencia, pida autorización para retirarse del tatami para contestarlo.
  • Durante la clase, cuando Sensei muestra una técnica, Ud. debe sentarse silenciosamente y atento en seiza. Luego de la demostración inclínese frente a Sensei y luego frente a su compañero y luego comience a practicar.
  • Si por alguna razón, es absolutamente necesario formular una pregunta a Sensei, acérquese a él, inclínese y espere su reconocimiento (una inclinación en posición parado es apropiada).
  • Cuando recibe instrucciones personales durante la clase, siéntese en seiza y mire atentamente. Inclínese formalmente hacia el Sensei cuando ha terminado.
  • Cuando el final de una técnica es señalado, deténgase inmediatamente. Inclínese hacia su compañero y alíneese rápidamente con los otros estudiantes. Nunca esté sin hacer nada sobre el tatami. Ud. debe estar practicando, o si fuera necesario, sentado formalmente esperando su turno.
  • Cuando esté instruyendo a otros, Ud. puede detener su práctica para mirar. Siéntese en seiza e inclínese hacia él cuando termine la explicación.
  • Respete a aquellos estudiantes más experimentados. Nunca discuta sobre técnica.
  • Ud. está aquí para practicar, no presione con sus ideas sobre otros estudiantes. Si Ud. conoce el movimiento que está practicando y está trabajando con alguien que no,Ud. puede guiarlo a través del mismo; pero no intente corregirlo o dar instrucciones a su compañero de entrenamiento, ese es el trabajo del sensei.
  • Mantenga la conversación sobre el tatami en un mínimo absoluto. Aikido es experiencia. No holgazanee alrededor del tatami antes o después de la clase. El espacio es para estudiantes que desean entrenar.
  • El tatami debe ser limpiado, cada día, después que ha terminado la práctica. Colabore.
  • No coma, ni beba, ni masque chicle sobre el tatami durante la práctica, no fume dentro del dojo en ningún momento.
  • No use ningún tipo de joyas durante la práctica, éstas pueden lesionar a sus compañeros.
  • Si Ud. está inseguro sobre qué hacer en una situación particular, pregunte a un instructor o siga la guía de su compañero de mayor graduación.
Aunque parecen ser muchas formas de etiqueta para recordar, se harán naturales mientras continúa el entrenamiento. Por favor no se resienta si Ud. es corregido en un punto de la etiqueta porque cada uno es importante para su seguridad y para la experiencia de aprendizaje.

Visitantes

Ud. es bienvenido para presenciar una clase en cualquier momento, pero deberá observar las siguientes reglas de etiqueta:
  • Siéntese correctamente, nunca con las piernas puestas sobre muebles, o en una posición reclinada. iv>
  • No coma, beba o fume mientras la clase se está desarrollando.
  • No hable con nadie que esté sobre el tatami durante la clase.
  • No hable o camine alrededor mientras el instructor está demostrando una técnica.

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Equipo para practicar y otros elementos

Para la práctica utilizamos un uniforme (keiko-gi).
Hay dos distintos tipos de keiko-gi (ropa de práctica), uno el que usan en karate (karate-gi) y el que se usa para judo o aikido (aikido-gi). Cualquiera de ellos servirá.
El karate-gi es más fino y, por lo tanto, menos costoso. El aikido-gi incluye una chaqueta acolchada más pesada que absorbe un poco más los golpes contra el piso para la práctica avanzada y resiste mejor los tirones que pueden darse en la práctica.
Puede adquirirlos en cualquier casa de artículos deportivos, o consultar en el dojo. Ambos equipos encogen considerablemente con los lavados (sobre todo en el primer lavado), y perderán generalmente 5 a 10 cm. en el largo de brazos y de piernas (sobre todo los aikido-gi), así que tenga en cuenta eso al comprarlo.
Si usted tiene un keiko-gi blanco de otro arte marcial, probablemente pueda utilizarlo, (consulte con un instructor). El uso del keiko-gi no es excluyente, los niños y adultos pueden practicar con ropa de gimnasia común, pero el uso del uniforme colaborará en la creación de una correcta atmósfera de trabajo que finalmente redundará en beneficio del estudiante y de todo el grupo.
A medida que el estudiante avance en la práctica de Aikido, requerirá aprender a manejar distintas armas, de uso tradicional en las clases, el bokken, el Jo, el Tantó y el Tambó.
Dichas armas no es necesario poseerlas al comenzar la práctica, pero mas adelante, se hace aconsejable tener armas propias, ya que las pertenecientes al Dojo son limitadas, y cuando se reúnen varios principiantes en una clase, son insuficientes.
El bokken es una espada de madera, con la forma y el largo aproximado de un sable japonés(katana), que puede comprarse en las casas especializadas en artes marciales, o hacerlo tornear por un tornero en madera, teniendo el modelo adecuado.
El Jo es un bastón, de aproximadamente 1,46 mts. de largo con una sección de 1 pulgada (2,2 cm), hecho en madera flexible, (incienso, cedro, etc.).
El Tambó es un bastón corto, de hasta 50 cm. de largo y el Tantó es un cuchillo de madera.
En nuestro dojo periódicamente encargamos una cantidad limitada de armas para uso de nuestros estudiantes, con un costo semejante y a veces inferior al comercial, pero todas las armas pueden adquirirse en los comercios especializados en artes marciales, aunque sugerimos a los principiantes consultar con un estudiante mas avanzado antes de comprarlos.
En el Dojo no existen lugares habilitados para dejar tanto los equipos de práctica como las armas de uso habitual, por lo tanto, la costumbre es avisar con anticipación cuando se dictará una clase de armas.

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